El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaca, respondió este viernes al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que la causa de sus políticas es su ideología de derechas y no la herencia recibida, a la que apela como un "burladero de mal gobernante".
Rubalcaba compareció en rueda de prensa para hacer balance del año poco después de que lo hiciera también el presidente, y concluyó que 2012 es "un año para olvidar" aunque muchos españoles "no lo van a poder olvidar nunca".
Las promesas del PP quedaron en "un sueño", denunció, o más bien "en un engaño consciente" construido sobre la idea de la herencia recibida, aunque "cada día que pasa más españoles se dan cuenta que es un burladero detrás del que se esconden los malos gobernantes para huir de sus responsabilidades".
Rubalcaba reconoció que Rajoy heredó una crisis económica "muy dura", pero añadió que un año después es "tremenda", y únicamente "por sus errores" en este tiempo, porque sus medidas "no tienen nada que ver con la herencia recibida sino con lo que hace un gobernante de derechas, como es él".
Privatizar hospitales de gestión pública, atacar la igualdad de oportunidades reduciendo las becas e introduciendo la segregación en la educación, o recortar derechos de trabajadores y desempleados, denunció, "no es la herencia, es la derecha".
Rajoy se preguntó qué hubiera pasado en España este año si el Gobierno no hubiera hecho lo que ha hecho, y Rubalcaba le respondió: habría "menos sufrimiento y menos fractura social".
El dirigente socialista subrayó que Rajoy "heredó muchas cosas" además de las que él desgrana continuamente, entre ellas un sistema sanitario público, universal y gratuito que ya no es ninguna de las tres cosas, y un sistema de pensiones "con perspectivas de estabilidad" en el que ahora aparecen "nuevas incógnitas".
Todo ello está haciendo que las familias de clase media estén viviendo un auténtico "drama", y ante ello el objetivo del PSOE para 2013 es definir una alternativa "nítida y clara" frente a un Gobierno del que ya "nadie espera nada salvo que siga repartiendo sufrimiento", como decía el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
Para ello, comenzará por empeñarse "personalmente" en frenar dos iniciativas del Gobierno: la nueva legislación educativa impulsada por el ministro, José Ignacio Wert, y el proceso de privatización de la gestión sanitaria en Madrid.
Anunció, en ese sentido, que creará un grupo de trabajo con juristas expertos, "con muchas horas de vuelo", para recurrir ante los tribunales "absolutamente todo" lo que la Comunidad de Madrid apruebe en ese proceso de privatización.
En caso de que no se consiguiera frenar y las privatizaciones se ejecutaran, anunció que el PSOE pondrá "un microscopio sobre cada euro" público que se inyecte en esos hospitales, y cuando vuelva a gobernar "daremos la vuelta" a ese proceso.
Aseguró que lo hará en coordinación con los socialistas madrileños, que están haciendo una oposición "magnífica" en este ámbito, pero lo asume la dirección federal porque Madrid "no es más que el principio" de una senda que avanzará por otros lugares.
Rubalcaba quiso salir al paso del argumento del PP en el sentido de que en Andalucía también hay sanidad concertada. Es cierto, reconoció el dirigente socialista, hay hospitales concertados donde no hay ninguno público, pero "coger un hospital público y pasarlo a manos privadas no se ha hecho nunca en España y rompe el modelo sanitario".
Rubalcaba no descarta que esos recursos ante los tribunales, dado que "no hay más remedio" ante la negativa del PP a dialogar, acaben en el Tribunal Constitucional, aunque por el momento los socialistas no ven indicios de inconstitucionalidad en lo aprobado por la Comunidad de Madrid.
El tercer frente en el que el PSOE volcará sus energías en 2013 es Europa, para intentar cambiar la política económica y flexibilizar la agenda del ajuste fiscal.
El PSOE, aseguró, hará política "de izquierdas", y eso ahora es defender "las conquistas de la izquierda", que son de todos los españoles pero nacieron de gobiernos socialistas.
Tras exponer esas prioridades, Rubalcaba se negó repetidamente a responder las preguntas sobre el debate interno en el PSOE y las peticiones de José Antonio Griñán y Emiliano García-Page para que el secretario general desvele si concurrirá o no a las elecciones primarias.
Una y otra vez insistió en que su rueda de prensa era para hablar de los problemas de los ciudadanos y ni siquiera quiso aclarar si la incógnita sobre su decisión se desvelará a lo largo de 2013.
Preguntado por si el año que termina ha sido como él esperaba cuando optó a la Secretaría General del PSOE, explicó que en algunas cosas no, porque le ha sorprendido "la insistencia" e incluso "la ferocidad" con la que el Gobierno ha aplicado sus políticas "de derechas".
En ese contexto, se jactó de ser "el mejor profeta en activo" sobre las políticas de Rajoy, porque durante el debate que ambos mantuvieron antes de las elecciones avanzó que la sanidad y la educación públicas "estaban en peligro" o lo que pasaría con las pymes descolgadas de convenio o el llamado 'banco malo'.
Sabía que las políticas del PP en caso de ganar las elecciones serían duras, aseguró, pero no pensó que lo serían "tanto" como lo han sido las de este año.
Lo único que Rubalcaba dijo sobre la situación del PSOE es que hace solo un año que salió del Gobierno y el voto de los ciudadanos "hay que merecerlo", no llega solo "porque el otro se equivoque". "Hay que hacer mucho" y "eso es lo que estamos haciendo", concluyó, sin querer siquiera valorar si el PSOE es o no más fuerte ahora que hace un año.
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