Los Kichwa habitan en un territorio considerado por muchos como el lugar con mayor diversidad de la Tierra, en el quelos jaguares viven libremente y una sola hectárea tiene más biodiversidad que todo Norte América: el Parque Nacional de Yasuni.
Por eso, desde hace años, la comunidad firmó un acuerdo declarando que nunca vendería su tierra, unas 70.000 has. Pero ahora, el gobierno de Ecuador está tratando de comprar a este pueblo de 400 indígenas y de venderle cuatro millones de hectáreas de la Amazonía a las petroleras. Ellos afirman estar listos para morir en la lucha por su hogar, en lo que sería una de las peleas más unilaterales de la historia de la preservación del pulmón del planeta, pues hasta dos generaciones era un pueblo que usaba cerbatanas y no tienen medios para defenderse de un ataque físico real.
Sin embargo, tienen pocas opciones de lograr parar a la petrolera, pues su propio jefe, sin su consentimiento y en contra de la opinión de más del 80% de los indígenas firmó un contrato que permitía la exploración petrolífera con una contraprestación de tan sólo 24 libras por hectárea, mejores colegios y sanidad para todos ellos.
La secretaria de esta comunidad, Klider Gualinga, señala que a pesar de que el 80% estén en contra, una pequeña minoría esta forzándoles a perder su hogar en contra de sus deseos y sus normas locales.
“Esto me hace sentir triste y furioso. Triste porque somos indígenas que no están completamente preparados para luchar contra un gobierno y furioso porque fuimos criados para ser guerreros y tenemos espíritu para defendernos. Ojalá pudiéramos usar esta fuerza para encontrar un nuevo camino, pero nuestras mentes no son suficientes para tratar estos temas en el mundo actual. Si se respetaran las leyes podríamos ganar pero nuestros abogados les enviaron cartas y no nos han querido escuchar”- explica su secretaria.
Luchamos contra un contrato firmado. Debemos hacer entender a la gente que es invalido pero nos preocupa que la compañía petrolífera se mueva rápido para limpiar el terreno. Cuando esto a ocurrido en otras partes, han usado tropas armadas, palizas y secuestros para quitar de en medio a sus opositores.
Los miembros de la comunidad han lanzado un último intento legal para parar la ejecución con la asistencia de una mujer de negocios británica que está casada con el chamán del pueblo. Pedimos ayuda al exterior en esta batalla legal y para encontrar alternativas económicas para este lugar.
El presidente Rafael Correa está en plena campaña electoral y debe aclarar su posición sobre el medio ambiente y los derechos de los pueblos indígenas. Hasta ahora esta valiente comunidad ha permanecido firme, pero las petroleras podrían llegar en cualquier momento, por eso nos piden ayuda para salvar la Amazonía- señalan desde Avaaz.
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